7/12/17

Cefalea por cafeína [7-12-17]

 
Cefalea por cafeína
 
Si usted era un acérrimo consumidor de café y, con los años, ha empezado a padecer repetitivos dolores de cabeza, puede que su adicción haya tenido algo que ver. Según un estudio publicado recientemente en 'Neurology', el consumo elevado de cafeína se asocia al riesgo de cefaleas crónicas.


Como este estimulante está presente en numerosos alimentos (chocolate, bebidas carbonatadas, café, té...) y fármacos, un equipo de investigadores, procedentes de la Facultad de Medicina Albert Einstein, decidieron evaluar el papel que tienen en la aparición de las cefaleas crónicas.


Para ello, evaluaron el consumo de cafeína (tanto el actual como el de los cinco años previos) de unos 200 pacientes con diversos tipos de cefalea crónica (migraña, tensional...) y los compararon con la ingesta de medio millar de personas sanas.


Aunque el consumo actual de este alcaloide no parecía influir en los episodios dolorosos, las personas con cefaleas crónicas tendían a haber tomado más cafeína en el pasado (una media de 257 miligramos diarios, lo que equivale a unas 2,5 tazas grandes de café) que los participantes del grupo control (221 mg/día).


La relación parecía más acusada entre los participantes menores de 40 años y entre las mujeres. "El patrón que hemos visto coincide con la hipótesis de que el consumo de cafeína es un factor de riesgo para las cefaleas crónicas pues la ingesta del estimulante estaba elevada en el periodo anterior a la aparición de la enfermedad", explican los investigadores.


"Esta asociación podría indicar una relación causal entre el consumo de cafeína y la aparición de cefaleas crónicas o ser secundaria a otros factores que no se han evaluado. Por ejemplo, los problemas del sueño y la depresión se relacionan con el consumo de cafeína y son factores que predisponen al desarrollo del problema en algunos individuos", comentan los autores.


Asimismo, estos especialistas advierten de que en sus hallazgos podrían verse afectados por errores en el recuerdo acerca del consumo de cafeína de los participantes. "Es posible que los pacientes estuviesen más al tanto que los controles sobre la cafeína de su dieta, aunque no tenemos modo de saberlo", reconocen los investigadores.


Lo que sí tienen claro es que sus hallazgos "no son consistentes con la hipótesis de que su consumo aumenta como consecuencia de los dolores de cabeza. Si este fuese el caso, habríamos visto que la ingesta de cafeína es elevada tanto antes como después de la aparición del problema", precisan.
 

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